La obesidad es una enfermedad compleja, muy compleja. Esta condición dinámica persistente no es el resultado de una condición solitaria, sino de una combinación de numerosas causas y factores específicos, pero también externos, que están vinculados entre sí, como la actividad física, el nivel de estilo de vida inactivo, los comportamientos de consumo, la toma de ciertas terapias farmacológicas, los genes, el entorno, etc. La OMS (Organización Mundial de la Salud) define los problemas de peso como una acumulación realmente significativa de grasa en el cuerpo, que puede dañar la salud general.
Si simplificamos a lo severo, el exceso de peso se desencadenaría por el uso de más calorías de las que quema el cuerpo. Si fuera tan fácil! Indudablemente no: lo que no puede, y no debe, minimizarse a la simple realidad de excederse y también abstenerse de hacer deportes adecuados. Por lo tanto, es importante reconocer las razones, pero también los mecanismos orgánicos y los aspectos de riesgo de la enfermedad para garantizar un monitoreo ideal y confiable, y lo más importante para prevenir su avance.
Cuáles son las razones de la obesidad?
Esta enfermedad es el resultado de varios factores, nutricionales, genéticos/epigenéticos y también ambientales, que se entrelazan entre sí. Sin embargo, todos los mecanismos incluidos aún no están totalmente iluminados con respecto al peso excesivo. Podemos identificar: estilo de vida menos activo, hábitos alimenticios, genes, razones metabólicas (algunos individuos tienen un metabolismo que «quema» más calorías), aspectos mentales (ansiedad, depresión clínica …), causas clínicas(terapias farmacológicas, otras enfermedades, pero también afecciones de la conducta de consumo).
Cómo detener los problemas de peso
La prevención del sobrepeso y los problemas de peso requiere la facilidad de hábitos de vida saludables y equilibrados desde la primera juventud, por ejemplo: prefiera una dieta rica en frutas, verduras y granos integrales; evite el uso de bebidas azucaradas, como refrescos, bebidas deportivas y jugos de frutas, incluso aquellos 100% puros %; evite los alimentos que son demasiado dulces, grasos, salados o ultraprocesados; motive la actividad física para asegurarse de que los niños pequeños estén físicamente activos durante un mínimo de 180 minutos a diario; minimice el tiempo de visualización, ya que un niño que invierte mucho tiempo frente a una pantalla es un joven que se reubica mucho menos. Para evitar el exceso de peso, pero también para mantenerse saludable en general, se recomienda hacer ejercicio al menos 30 minutos de ejercicio vigoroso todos los días, incluidas las actividades cotidianas o de ocio.
Para obtener más beneficios para la salud, se recomienda realizar actividades de fortalecimiento muscular, de ocio y de equilibrio dos veces por semana. Además, es mejor no sentarse demasiado tiempo y levantarse para caminar un poco al menos cada 2 horas. Es una buena idea fomentar los juegos al aire libre desde una edad muy temprana, así como limitar las actividades de ocio inactivas (televisión, videojuegos, por ejemplo). Sin lugar a dudas, una investigación de Inserm ha demostrado que, a partir de los 2 años, la variedad de horas invertidas diariamente en el ejercicio es crucial para evitar el sobrepeso y la obesidad en los jóvenes. Para un niño, se recomienda realizar actividades físicas para llegar a 60 minutos de actividad moderada a intensa cada día. Es necesario reducir la cantidad de tiempo que se pasa ejercitando pasatiempos menos activos (televisión, juegos de computadora, etc.). Las actividades físicas que deben ejercerse como máxima prioridad son aquellas que fomentan al joven de manera sostenible, de acuerdo con sus preferencias: por ejemplo, juegos acuáticos, natación, ciclismo, caminar y senderismo, gimnasia suave, baile, etc.